martes, 5 de marzo de 2024

La mujer del perfume contada por Isabel


 

Reseña 5ª sesión del Club de lectura San Pablo. 26 de febrero 2024

El lunes 26 de febrero tuvo lugar la quinta sesión del Club de lectura San Pablo, en la librería del mismo nombre (Avda. César Augusto 103).

Nos reunimos 17 personas, 15 mujeres y 2 hombres, en torno al libro “La mujer del perfume” de Margarita Saldaña Mostajo. Hizo la presentación y condujo el debate Isabel García, perteneciente al grupo de Mujeres y Teología de Zaragoza.

Para comenzar, nos invitó a cerrar los ojos, relajarnos y escuchar así el relato para interiorizarlo.

Es un relato lleno de corporeidad y sensualidad. Jesús se deja tocar y se complace. Aunque habitualmente han dado la vuelta a este relato y nos han hablado de “la unción de Jesús”.

Tres aspectos a destacar en el relato:

1.       Corporalidad. Jesús consiente esa aproximación, respeta el tiempo de ella, no le corta a pesar de los comentarios de los que estaban reunidos con él. Es una reivindicación del cuerpo y del cuidado.

2.       El frasco de alabastro y el perfume son la desmesura. El perfume se va a expandir a todas las personas que están en la estancia. Desmesura del amor de Dios que llega a todas las personas, o de la entrega de la mujer

3.       Se produce un momento de desvelar, de confrontación con los fariseos, con las expectativas de sus discípulos, con la espiritualidad de cada una de las personas.

Jesús no rechaza a la mujer del perfume. Una vez más, rompe esquemas y la coloca en el centro.

El relato se sitúa unos días antes de la pasión en el monte calvario y el hecho de derramar el perfume tiene también algo de profecía, advirtiéndole de lo que va a suceder y dándole fuerza para afrontarlo. La mujer es muy valiente, no le importa lo que piensen, no le importa no haber sido invitada, se “cuela” en una comida de hombres. Tiene claro lo que quiere hacer.

Los discípulos le reprochan a Jesús el derroche del perfume, la intromisión de la mujer. Ellos no dicen las cosas claras, están por la eficacia, (el dinero de ese perfume podía haberse entregado a los pobres...); en cambio ella actúa libremente.

El amor supera a la norma y el hecho de derramar el perfume sobre la cabeza de Jesús, es un signo de amor, no solo espiritual; es un amor encarnado, de cuidado de pequeños detalles. Además, aunque lo derrama directamente sobre Jesús, el olor va a extenderse e impregnar a todos. Es un signo como el partir el pan y compartir con todos.

El debate estuvo animado, con muchas aportaciones.

Para terminar, se lanzó la pregunta que cada una nos llevamos ¿Cuál es mi perfume? ¿Lo derramo para que se expanda?

Gracias Isabel por acercarnos con otra mirada a la mujer del perfume y ver el significado profundo de lo que parecía un derroche de una mujer cualquiera.

La próxima sesión tendrá lugar el lunes 25 de marzo y la mujer bíblica será Eva.

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