En el acto, intervinieron Estela Aldave, profesora del CRETA y directora de la biblioteca, Mabel Ruiz de Mujeres y Teología de Zaragoza y Silvia Martínez Cano, presidenta de la ATE (Asociación de Teólogas Española).
ESTA ES LA HISTORIA DE ALGO
IMPENSABLE
La primera vez que en las actas
de nuestra asociación aparece el tema de la biblioteca de teología feminista es
el 18 de noviembre de 2014. Hace 8 años. Nuestra compañera Pilarín Abad enferma
y sus amigas Angela Aísa y Nati Monforte no saben qué hacer con sus libros. La propuesta
que nos surge es donarlos a una biblioteca de la ciudad: la María Moliner del
Casco Histórico, u otra. Ninguna los acepta. Ninguna de todas las que hay en la ciudad,
porque consultamos a todas. En ese momento no entró en nuestros planes la biblioteca
del CRETA. Preferíamos un espacio no religioso.
El 26 de mayo de 2015 compartí con mis
compañeras que Ernesto Brotons me había contado que el CRETA estaba en trámites
para hacerse universidad. Unos estudios teológicos de libre acceso como en
Vitoria, Bilbao o Pamplona. Y en ese momento vemos que es el lugar ideal porque
allí estudiarían personas, mujeres y varones que podrían consultar nuestros
fondos. El acceso restringido al alumnado era un problema similar a otras
bibliotecas universitarias. Un mal menor.
Entre tanto vamos haciendo un
listado de los libros que tenemos. Porque al igual que nuestra compañera
Pilarín, otras enferman. Y también ellas han atesorado los libros de las
teólogas feministas que hemos leído durante 25 años. Libros resumidos, compartidos,
prestados subrayados, meditados, orados y pasados por el corazón.
M José Arana, Esperanza Bautista, Dolores Aleixandre, Mercedes Navarro, Ivone Guebara, Teresa Forcades, Marta López, Marta Zubía, Marisa Melero, Pilar de Miguel, Carmen Bernabé, Elizabeth A. Johnson, Elisabeth Schüssler Fiorenza, Elisa Estevez, Carmen Soto, Elsa Támez, Geraldina Céspedes, Lucía Ramón, Montserrar Escribano, Silvia Martínez Cano… un largo rosario de nombres de teólogas con cuyas líneas hemos mantenido nuestra fe y crecido en conocimientos. Hoy tenemos criterio propio en muchos temas.
Las conversaciones avanzan y tras
quedar que sí, en Navidades del 19le dijimos a Ernesto que no, que llevábamos
los fondos a la biblioteca del SIEM. Tras unas jornadas de la ATE, descubrimos un
interés por la teología feminista desde el ámbito civil. Mujeres y varones
investigadores se interesaban por las teólogas e incluían en sus estudios de
forma trasversal su voz. Un par de meses después todo quedó paralizado.
El SIEM se olvidó de nosotras y
con Estela por medio, retomamos la idea de traer aquí los libros. Se implicó
como mediadora, tomó interés y materializó la sección de Teología Feminista en
el CRETA con el nombre de “Mujeres y Teología”.
Esta sección es un trocito de
cada una de nosotras, de las que ya no están y de las que estamos porque hemos
ido donando para un bien mayor, nuestros libros, los de todas. Y hemos
adquirido el compromiso de nutrir esta sección constantemente, mientras sigamos
activas. Tesoro compartido que deseamos abra mentes y corazones por el bien de
esa utopía que llamamos el Reino.
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