Fue un día para orar, comer, ponernos al día de nuestras vidas. Tuvimos el encuentro que necesitábamos de presencia física, sin pantallas y sin más tareas que las que el día nos fuera trayendo.
Por la mañana al llegar, Carmina y M José nos habían preparado una oración original y preciosa, practicando chikung y viajando por el jardín y a nuestro interior, desprendiéndonos de los ruidos que nos gastan la energía, en busca del silencio fecundo hospitalario, acogedor y receptivo. Recibimos una "ducha de gracia de Dios" y con los pies en la tierra, sintiendo y disfrutando su belleza, fragilidad y generosidad.
Terminada la oración compartimos el rato de la comida, de postre: cerezas de Valdejalón.
Después de la tertulia y café vimos un documental sobre la dura y difícil situación de las mujeres cristianas en Palestina que nos había dejado María Landi en una visita que nos hizo, para su difusión.
Tuvimos momentos de recuerdo para las compañeras ausentes por varios motivos: Angela, Ignacia, Adoración, Carmen, Rebeca, Mabel.... y agradecidas por la visita de María Antonia y María de la Red Miriam, con las que, desde la gestación del Encuentro de septiembre del 2018 en Zaragoza, nos unen unos vínculos especiales.
Por la tarde, un ratico pudimos hablar con Mabel e Ignacia que estaban paseando.
Isabel compartió con el grupo los avances en la preparación del próximo Foro Cristiano de Zaragoza que, este año reflexionará sobre "La Revuelta de las Mujeres en la Iglesia".
Y con el deseo de que el curso que viene podamos vernos físicamente terminamos una jornada especial que merecía la pena ser vivida y compartida.
Nieves Sienes. MyT Zaragoza
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