DESPEDIDA DE ÁNGELA AÍSA

 

Ángela Aísa. Mujeres y teología de Zaragoza

El próximo viernes 21 de mayo a las 19h en la parroquia del Carmen de Zaragoza, se celebrará la vida de nuestra querida compañera Ángela Aísa.

Ángela se incorpora a la Asociación de Mujeres y Teología de Zaragoza en diciembre del 2006, animada por Adoración y Pilarín, tras asistir al XV Encuentro Nacional de Mujeres y Teología celebrado en Zaragoza en septiembre del 2006, y organizado por nosotras. Aquí vemos a las tres, disfrutando del Encuentro.  Desde el inicio se sintió a gusto con nosotras, se integró perfectamente en el grupo, aportando sus mejores talentos y participando en todas las reuniones, comprometiéndose al principio a preparar oraciones, y poco a poco en temas más complejos, integrándose en distintos grupos de trabajo (contenidos, acogida, talleres, celebraciones…) y, en el 2011, asumió el moderar y convocar las reuniones, así como conservar y gestionar los documentos oficiales de la Asociación.

Ángela fue una mujer sabia, libre, profunda y alegre. Siempre con su sonrisa amplia que iluminaba su cara. Sus aportaciones al grupo siempre fueron desde la sencillez. Pese a su gran saber, lo hacía todo comprensible y aceptaba con gusto la opinión de cada una. Era, en todo, la elegancia en persona. 

En septiembre del 2008 presentó de una forma muy cercana y entrañable a Teresa Forcades en la charla que impartió “Nuevas feminidades, nuevas masculinidades: el reto de las relaciones de género en el siglo XXI”, organizada al inicio del curso para dar a conocer la teología feminista a la ciudadanía. En el 2009 asistió en representación del grupo, junto con Ignacia, a las reuniones de preparación de las III Jornadas de Asociaciones de Mujeres: “Visibilización de las mujeres”, organizada por el Ayuntamiento de Zaragoza.

También le gustaba escribir, y por eso colaboró en la redacción del artículo “Hay Caminos, Hay Esperanza…”, publicado en la revista UTOPÍA de enero del  2010, en el que se narraba la experiencia de nuestra asociación. Y, dado su gran conocimiento del inglés, asumió el reto que le planteó José María Vigil de traducir, junto con otras personas,  el libro de Shelly Spong, “Por qué el  cristianismo tiene que cambiar o morir”.

Una aportación importante para nosotras que que nos hizo conocer los planteamientos del Movimiento de las Superioras Religiosas Estadounidenses, y que nos hizo darnos cuenta que no estábamos solas en nuestra lucha de visibilizar a las mujeres en la iglesia. Para Ángela, encontrarse con nosotras le hizo reinterpretar su trabajo en Canadá al servicio de aquel obispo. Y para nosotras, fue constatar que una mujer sobradamente preparada había ocupado un cargo tan importante en la iglesia.

Además, entendió que la defensa de la teología feminista implicaba su compromiso en la calle. Por eso, acudía a las convocatorias programadas los segundos martes de cada mes y el 25 de noviembre contra la violencia de género, y a las manifestaciones del 8 de marzo, siempre defendiendo la igualdad.

¿Qué supuso este grupo para ella? Según sus palabras, “en este momento de la vida, me he encontrado con este grupo que une cristianismo, feminismo y ecología, que me ha venido bien y estoy contenta con todo lo que me falta por aprender”.Con su fino sentido del humor siempre nos decía que andaba ella muy despistadilla en estos temas nuestros…

Para nosotras fue una gran luz, por su optimismo y vitalidad y gran capacidad de trabajo, así como por su cariño y compañía, siempre con una sonrisa y buenas palabras. Supo aportar todo lo que había aprendido en la iglesia de Canadá, y su experiencia vital, que le fue impulsando hacia un tipo de iglesia ecofeminista.

Ha sido un verdadero lujo contar con Ángela Aisa, nuestra querida Ángela, en nuestra asociación.