RAQUEL, LIA, BILHÁ Y ZILPÁ

 

Raquel, Lía, Bilhá y Zilpá, de Ana Unzurrunzaga. 24 de noviembre 2025

Nos reunimos un mes más en el Club de lectura Mujeres Bíblicas, este mes en torno a las mujeres del antiguo testamento Raquel, Lía, Bilhá y Zilpá. Condujo la sesión Sergio Martínez Sarrado, sacerdote en la Parroquia de San Miguel. Asistimos 20 mujeres y un hombre.

Las hermanas Raquel y Lía, y sus esclavas Bilhá y Zilpá tienen un especial protagonismo en la historia de la salvación. Ellas dieron a luz a los doce hijos varones de Jacob que dan nombre a las doce tribus de Israel. Además, Lía también tuvo una hija Dina, a la que prácticamente no se nombra, ha pasado desapercibida.

Al leer hoy estos textos, nos resulta extraño el lenguaje, la costumbres, la cultura, la religión. Hay que pensar que son relatos de otra época con una cultura patriarcal, escritos por varones y transmitidos por varones impregnados de ese patriarcado. Casi podíamos decir con los ojos de hoy, que las mujeres aparecen como “vientres de alquiler”. Su misión era parir a los varones que dieran continuidad a las promesas de la Alianza de Yahvé con su pueblo.

Nos muestra una competitividad entre Lía y Raquel, propiciada tanto por Labán, el padre, como por Jacob. Pero a la vez, según avanza el relato, encontramos la sororidad entre las mujeres. Y son referentes de resiliencia y fortaleza.

La realidad es, que las cuatro son las madres de las tribus de Israel, y las reivindicamos a las cuatro como matriarcas, no solo a Lía y Raquel.

Sergio nos planteó algunos aspectos sobre los que reflexionar:

Los encuentros en los pozos. Qué personas nos encontramos en la vida que nos han ayudado/bendecido y han hecho que tomáramos unos derroteros u otros

Las desgracias, los contratiempos. Cómo aprovechar esos momentos para crecer y aprender. A Lía la casan con el amor de su hermana. Raquel no tiene hijos, pero cuando se alían las hermanas la cosa cambia para ellas. Bilhá y Zilpá, son esclavas, pero tienen su propia tienda. Dios las bendice.

La esclavitud. Con la mirada de hoy, podíamos decir que para Jacob y Labán las cuatro mujeres son esclavas, aunque solo Zilpá y Bilhá, tenían la consideración como tales.

En definitiva, la autora recupera la figura de estas mujeres y les da voz, señalando cómo ellas contribuyeron a dar continuidad a las promesas de la Alianza de Yahvé con su pueblo.