Club de lectura San Pablo “Mujeres Bíblicas”. 24 de febrero 2025
ME LLAMO TECLA, de Mª Luisa Paret García
Continuamos con las sesiones del
Club de Lectura en la librería San Pablo. Este mes, entorno al libro “Me llamo
Tecla” de Mª Luisa Paret García.
Estuvimos 16 mujeres y 1 hombre.
Presentó el libro Helena Pascual Vuelta, catequista en las parroquias del ACTUR.
Gracias Helena por tu disponibilidad y por tu trabajo para darnos a conocer a
esta mujer que se unió a Pablo para predicar la buena nueva de Jesús rompiendo
todos los estereotipos.
Para empezar, no aparece su
figura en el Nuevo Testamento, ya que sólo aparece en el libro apócrifo los “Hechos
de Pablo y Tecla”. Tecla fue una figura relevante en los primeros siglos de la
expansión del cristianismo (ss.II/IV) y fue reconocida tanto en la Iglesia
Oriental como en la Occidental.
La autora del libro utiliza la
metodología llamada en la Teología Feminista “hermenéutica de la imaginación”,
que consiste en narrar en primera persona la historia del personaje para así
poder empatizar e identificarse más con su vida y sus decisiones.
La narración en primera persona empieza
en Iconio donde vivía Tecla y a donde Pablo había llegado a predicar. Nos
cuenta, como escondida tras una ventana le escuchó y se sintió atraída por el
mensaje que predicaba. A pesar de que ya estaba comprometida en un matrimonio
pactado por la madre, decidió rechazar el matrimonio y unirse a Pablo. La madre,
Támaris, denunció a Pablo y lo encarcelaron. A ella la condenaron a la hoguera.
Milagrosamente logró escapar, se cortó el pelo, se vistió como un muchacho y
siguió a Pablo.
Escuchando a Pablo, aunque éste
no le hacía mucho caso y se sentía incómodo, descubrió la comunidad, el carisma
que cada uno podía desempeñar, sin hacer distingos: el discipulado de iguales.
El evangelio lo experimentaba como una energía interior.
En Antioquía conoció a las mujeres
que sentaban alrededor de una mujer mayor a la que escuchaban con atención. La
acogieron con alegría. Descubrió una comunidad de referencia, en la que unas
estaban bautizadas y otras estaban en período de formación. En Seleucia le
asignaron la enseñanza de los niños. Las comunidades iban creciendo poco a
poco. En Anatolia descubrió una de las ciudades subterráneas más extensas que
eran utilizadas para celebrar la fe. En ellas experimentaba la necesidad de
aislarse para orar. Fue desplazándose por distintas ciudades y le pasaron
episodios poco agradables, hasta un intento de violación ya que una mujer sola
y predicando era algo insólito, pues subvertía los roles que la sociedad
patriarcal asignaba a hombres y mujeres. Pero ella cada vez se sentía más llena
del espíritu y más segura de su misión. Las mujeres trabajaban en todos los
ámbitos y ministerios eclesiales.
En un momento sintiéndose
preparada le pidió a Pablo que le bautizase, pero él todavía no la consideraba
preparada. Así que tomó la decisión de autobautizarse.
Finalmente volvió a Seleucia y
allí fundó un grupo monacal femenino en el que todas se repartían las tareas.
El evangelio era algo vivo y compartido.
En todo el relato destacamos la
solidaridad entre mujeres que sostenían la fe y la vida. El miedo que existía,
y sigue existiendo, a que las mujeres ejerzamos el liderazgo.
La próxima sesión será el 31 de marzo, a las 19h, con el
libro “Agar en ti”, de Pilar Yuste
Cabello
¡¡¡Os esperamos!!!
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