Como cada mes, desde septiembre, el lunes 29 de abril nos hemos reunido en el Club de lectura San Pablo, en la librería del mismo nombre (Avda. César Augusto 103).
Estuvimos 18 personas, 16 mujeres y 2 hombres, en torno al libro “La mujer que tocó a Jesús” de Elisa Estévez López. Hizo la presentación y condujo el debate Olga Pueyo, del grupo de Mujeres y Teología de Zaragoza.
La narración aparece en Mateo (9, 20-22), Lucas (8, 43-48) y en Marcos (5, 24-34). En los dos primeros no aparecen los diálogos, no se le da la palabra a la mujer. En Marcos, sí aparecen los diálogos, aunque la mujer no tiene nombre.
Olga nos encuadra los hechos que transcurren en Cafarnaúm ciudad muy cosmopolita al norte de Israel. Jesús andaba predicando por allí con sus discípulos, quizá un poco cansado con la sensación de que no le entendían o no le hacían caso.
Y aparece esta mujer sola, enferma desde hace 12 años, marginal; ella parte de un fracaso físico, emocional, económico. Se había gastado todos sus ahorros en intentar curarse … Reflexiona, se escucha, decide lo que quiere hacer y lo hace. Ha oído hablar de Jesús y confía. Se decide a tocarlo.
Jesús no la ve, no sabe lo que ha pasado. Nota una fuerza que ha salido de él. Entonces ve a la mujer y le dice: tu fe te ha sanado; vete en paz. No dice, “te he sanado”, la sanación viene de ella.
No hay una llamada de Jesús, ella es la que toma la iniciativa representando el poder de los que no tienen poder. Él se siente tocado y lo necesita. Siente que alguien se le acerca con autenticidad.
Elisa Esteve va desgranando en la historia de esta testiga la apuesta por conjugar el “Y”, por re-significar, vincular lo diverso y subvertir dinámicas:
Vulnerabilidad Y fortaleza. Partiendo de una situación de total vulnerabilidad, la mujer emprende el camino buscando la sanación.
Sanada Y sanadora. La salud que recibe la mujer la convierte en agente de espacios de salud en la comunidad. Jesús le admite, le da permiso para incorporarse a su comunidad.
Soy yo Y no temo al Tú. Esta mujer se reconoció en sus capacidades, se “empoderó” y salió al encuentro de quien sabía que podía sanarla. Ella tomó la iniciativa en una autonomía
interdependiente con el Dios de la vida
Mujer Y ejemplaridad. Lejos de los estereotipos femeninos de debilidad, inconsciencia, irracionalidad, aparece con una gran lucidez, decidida, inteligente, fuerte…
Sencillez Y profundidad. Una historia que nos invita a ir más adentro de los datos y los hechos, a redefinir lo humano con nuevos parámetros. A afirmar el discipulado inclusivo en torno a la Mesa del Reino.
El debate estuvo animado y agradecimos a la Librería San Pablo, propiciar estos espacios de reflexión y conocimiento de las mujeres bíblicas.
La próxima sesión tendrá lugar el lunes 27 de mayo con el libro “La suegra de Pedro”, de Carmen
Soto Varela
Os esperamos
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