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jueves, 30 de mayo de 2024

Manos que acogen, dios madre y padre

Os animamos a observar las manos del padre que acoge. Mano de mujer y mano de hombre. Imagen del siglo XVII que nos habla de otras formas de expresar qué es Dios. 


Y así, bajo la forma de un viejo patriarca judío, emerge también un Dios maternal que recibe a su hijo en casa.

Ahora, cuando miro de nuevo al anciano de Rembrandt inclinándose sobre su hijo recién llegado y tocándole los hombros con las manos, empiezo a ver no sólo al padre que estrecha al hijo en sus brazos, sino a la madre que acaricia a su niño, le envuelve con el calor de su cuerpo, y le aprieta contra el vientre del que salió.

Así, el "regreso del hijo pródigo" se convierte en el regreso al vientre de Dios, el regreso a los orígenes mismos del ser y vuelve a hacerse eco de la exhortación de Jesús a Nicodemo a nacer de nuevo.

Ahora aprecio mucho más la enorme calma de este retrato de Dios. No hay sentimentalismo, ni romanticismo, ni se cuenta un simple cuento con final feliz. Lo que aquí veo es a Dios como madre, recibiendo en su vientre a aquél a quien hizo a su propia imagen. Los ojos casi ciegos, las manos, el manto, el cuerpo inclinado, todo recuerda al amor divino maternal, marcado por el dolor, el deseo, la esperanza y la espera sin fin.
Henri J. M. Nouwen
El regreso del hijo pródigo
Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt.
Tradución de Isabel García de Alzuru
Ed. PPC






miércoles, 29 de mayo de 2024

La suegra de Pedro: tocada y levantada para el Reino

 






Reseña 8ª sesión del Club de lectura San Pablo sobre MUJERES BIBLICAS

 27 de mayo 2024

Un lunes más, nos hemos reunido este 27 de mayo en la librería San Pablo (Avda. César Augusto 103) entorno al libro “La suegra de Pedro”, de Carme Soto Varela

Estuvimos 25 personas, 22 mujeres y 3 hombres y nos alegramos mucho de que acudieran personas nuevas. Presentaron y dinamizaron la sesión Vicky Chía Azlor y Eva García Marquina, del grupo de Mujeres y Teología de Zaragoza. Gracias Vicky y Eva por vuestro trabajo y vuestra creatividad.

La narración aparece en Mateo (8, 14-15), Marcos (1, 29-34) y Lucas (4, 38-41). En ninguno de ellos tiene nombre la suegra de Pedro.

El de Mateo es un relato breve, directo, va al grano. En Marcos nos pone en contexto de dónde estaba Jesús, que venía de la Sinagoga,… “le cogió la mano y la levantó”… una metáfora de la resurrección. En Lucas, también nos pone en contexto y se puede interpretar la curación quizás como un exorcismo “Él se inclinó a la cabecera, increpó a la fiebre…”

Jesús la toca. Ahí está la mano que Dios nos da para que nos levantemos y nos pongamos a hacer reino. Vuelve a transgredir las normas: era sábado, entra en la habitación de una mujer, la toca. Y con ese gesto la convierte en referente, la pone en igualdad. Estaba apartada por la enfermedad y la vuelve a incluir.

Vemos la libertad de Jesús que, una vez más, se salta las normas y la reactiva en su misión. Ella estaba postrada, quizás podemos pensar que las fiebres nos quieren presentar un símbolo del peso que sobre la mujer ejerce la cultura patriarcal y el papel que se asignaba a las mujeres.

Los tres relatos terminan con que ella se puso a servirles. Nos chirría un poco estas palabras porque se han utilizado por el patriarcado para asignar a la mujer el papel de “servir” en las tareas domésticas. No con el significado de servir a la comunidad y a la evangelización en igualdad con los discípulos varones; en definitiva, el servicio entendido como discipulado.

También se da mucha importancia a “la casa” como punto de reunión y con todo lo que “se cuece” en ella. Esto sucedió en casa de la suegra de Pedro, no en la sinagoga. Jesús rompe las fronteras entre el espacio privado destinado a las mujeres frente al espacio público, como la sinagoga, más destinado a los hombres. 

Jesús abre la puerta a que seamos discípulas día a día, en lo cotidiano. No siempre se puede dejar todo, “deja a tu padre y a tu madre y sígueme...”

Nos animaron a escribir y compartir una palabra que resuma una situación en la que me he sentido “tocada” por Jesús y me ha sanado. El debate estuvo animado y hubo mucha participación. 

En el mes de junio, la última sesión de este curso, veremos el libro “Las mujeres que fueron al sepulcro”, de Ianire Angulo Ordorika.


lunes, 27 de mayo de 2024

Ecofeminismo y espiritualidad

 


El pasado sábado tuvimos una jornada de Espiritualidad Ecofeminista con Geraldina Céspedes. 

Estas son las imágenes del día. 

Gracias por organizarlo, gracias por participar. 

Sembramos.



NOTAS SOBRE LA JORNADA ECOFEMINISMO Y ESPIRITUALIDAD. 25 DE MAYO DE 2024


  1. Los previos:

En el mes de febrero se puso en contacto con nosotras la Delegación de Ecología integral, creada este curso en la diócesis de Zaragoza. Una de las líneas de trabajo que querían desarrollar era el ecofeminismo y entendían que en Mujeres y Teología podíamos conocer algo sobre el tema. Nos invitaron a una mesa de trabajo y allí surgió la idea de realizar una jornada que sirviera para dar a conocer el ecofeminismo y que fuera también una primera colaboración entre ambos grupos. 

En el grupo Mujeres y Teología pensamos que podíamos invitar a Geraldina Céspedes para que participara en la jornada, contando con la posibilidad de pudiera venir a Zaragoza ya que actualmente reside en Madrid. En ella encontramos una guía y acompañante en el proceso que habíamos iniciado. La disponibilidad de Geraldina fue total desde el primer momento,   ha habido en todo este periodo un constante intercambio de ideas y materiales con ella para ir dando forma y contenido a la actividad. 

La propia preparación de la jornada, con mucho tiempo por delante, ha sido un proceso de aprendizaje para nosotras, nos ha permitido leer y reflexionar sobre el tema particularmente a partir de las aportaciones que Geraldina viene haciendo desde hace años y de manera especial con su último libro publicado por la editorial PPC en 2021: "Ecofeminismo, teología saludable para la tierra y sus habitantes".  Este proceso ha resultado muy enriquecedor y el grupo coordinador de tres mujeres (dos de nuestro grupo y una de la delegación) hemos conseguido una fuerte cohesión, con muy buena sintonía y un estupendo ambiente de trabajo. Durante estos meses fuimos poco a poco ajustando los objetivos de la jornada, el marco y el programa. Esto se fue materializando en el cartel y la carta de presentación para la difusión; las hojas de trabajo en grupos para la mañana y los puntos de lectura que se repartieron por la tarde; en la preparación de la celebración: lecturas, cantos y materiales necesarios para poder llevarla a cabo. 

La jornada quedó establecida para el sábado 25 de mayo con un programa de mañana y tarde muy diversificado y que permitía diferentes niveles de participación. 

  1. Desarrollo de la Jornada:

Comenzamos a las 10 de la mañana en la Casa de la Iglesia con la presentación del tema por parte de Geraldina, un tema novedoso para muchas de nosotras que aúna feminismo y ecologismo y que critica tanto el orden capitalista como el sistema patriarcal.  Las reflexiones de Geraldina son claras, valientes y rigurosas;  se  anclan en un análisis de nuestro mundo que está contextualizado a partir de su propia experiencia con las comunidades de mujeres de Guatemala y Chiapas (la pobreza tiene nombre de mujer). Este aspecto vivencial fue una nota destacable de su primera intervención, la más formal y “académica”,  pero que consiguió romper los límites y dualismos entre ciencia y vida y trazó muchas pistas para seguir trabajando el resto de la jornada en una espiritualidad ecofeminista encarnada.  Desde este primer momento se puso de manifiesto que una conversión ecológica se queda coja sin una conversión ecofeminista.  

Después de una pausa para el café, la mañana continuó con el trabajo en grupos a partir de las palabras de Geraldina, compartiendo algunos fragmentos de sus textos, y terminó con una puesta en común de los eslóganes que cada grupo acordó y escribió en unas hojas de cartulina verde (recortadas como hojas de árbol) que iban a servir también de hilo conductor para una parte de la celebración de la tarde.  

A mediodía nos trasladamos al monasterio de las Canonesas del Santo Sepulcro donde compartimos la comida en el jardín, un auténtico oasis de paz; también hubo tiempo para la charla reposada, las bromas y chistes, el silencio. El café tertulia, con el que se inició propiamente el bloque de la tarde, fue otro momento de profundización en las claves de la espiritualidad ecofeminista de la mano de Geraldina: hoy no es posible hablar de una espiritualidad ni de una teología que ilumine el camino de la construcción de otro mundo sin el compromiso de responder a dos de los grandes clamores de nuestro tiempo, el grito de la tierra y el grito de las mujeres pobres de la tierra.

Después de comer, las compañeras de Dacapo nos trajeron café y  pastas y nos hablaron de su proyecto. También tuvimos tiempo para echar un vistazo a los materiales expuestos sobre ecofeminismo que nos prestó la biblioteca del Centro Municipal del Agua y Medio ambiente, junto con el libro de Geraldina, la encíclica Laudato Si’ y la exhortación apostólica Laudate Deum.

La jornada terminó con una celebración-acción de gracias en la iglesia del monasterio, a la que nos trasladamos a través del claustro siguiendo el ritual de la danza de los cuatro elementos, guiada por Geraldina. 

La celebración estuvo presidida, en el centro de la iglesia, por un árbol donde fuimos colgando las hojas que habíamos confeccionado por la mañana, de forma que nuestras reflexiones e intuiciones compartidas resonaran también en este ámbito orante. También, de nuevo, resonaron los ecos de Geraldina a modo de conclusiones de la jornada. Otro momento de gran valor simbólico fue el gesto de plantar semillas en unos vasitos con tierra ya que esta jornada estaba integrada en los actos de la semana LaudatoSi’ que este año tenía como lema “Semillas de Esperanza”. 


  1. Algunas conclusiones que podemos avanzar:

Por primera vez desde una instancia oficial del arzobispado (la Delegación de Ecología integral) se ha contado con la colaboración de Mujeres y Teología. La jornada tuvo una proyección en toda la iglesia diocesana, se difundió también a través de sus propios medios y estructuras y pudimos compartir con otras personas de fuera de nuestro grupo.

Se ha iniciado una línea de trabajo en la que podemos profundizar. Internamente, puede seguir siendo uno de los temas de estudio y reflexión compartida en nuestro grupo de cara al próximo curso. Externamente, la colaboración con la Delegación de Ecología integral en temas de común interés como este, nos parece que puede tener continuidad en el futuro.




En Huesca


 Unas imágenes y un video del acto en Huesca, organizado por la Acción Católica en el que participamos junto a Pepa Torres.





Ella, la que tocó a Jesús

De la mano de nuestra compañera Olga, nos acercamos a la mujer que tocó a Jesús: la hemorroísa.

Como cada mes, desde septiembre, el lunes 29 de abril nos hemos reunido en el Club de lectura San Pablo, en la librería del mismo nombre (Avda. César Augusto 103).

Estuvimos 18 personas, 16 mujeres y 2 hombres, en torno al libro “La mujer que tocó a Jesús” de Elisa Estévez López. Hizo la presentación y condujo el debate Olga Pueyo, del grupo de Mujeres y Teología de Zaragoza.
La narración aparece en Mateo (9, 20-22), Lucas (8, 43-48) y en Marcos (5, 24-34). En los dos primeros no aparecen los diálogos, no se le da la palabra a la mujer. En Marcos, sí aparecen los diálogos, aunque la mujer no tiene nombre.

Olga nos encuadra los hechos que transcurren en Cafarnaúm ciudad muy cosmopolita al norte de Israel. Jesús andaba predicando por allí con sus discípulos, quizá un poco cansado con la sensación de que no le entendían o no le hacían caso.

Y aparece esta mujer sola, enferma desde hace 12 años, marginal; ella parte de un fracaso físico, emocional, económico. Se había gastado todos sus ahorros en intentar curarse … Reflexiona, se escucha, decide lo que quiere hacer y lo hace. Ha oído hablar de Jesús y confía. Se decide a tocarlo.
Jesús no la ve, no sabe lo que ha pasado. Nota una fuerza que ha salido de él. Entonces ve a la mujer y le dice: tu fe te ha sanado; vete en paz. No dice, “te he sanado”, la sanación viene de ella. 

No hay una llamada de Jesús, ella es la que toma la iniciativa representando el poder de los que no tienen poder. Él se siente tocado y lo necesita. Siente que alguien se le acerca con autenticidad.

Elisa Esteve va desgranando en la historia de esta testiga la apuesta por conjugar el “Y”, por re-significar, vincular lo diverso y subvertir dinámicas:

Vulnerabilidad Y fortaleza. Partiendo de una situación de total vulnerabilidad, la mujer emprende el camino buscando la sanación.

Sanada Y sanadora. La salud que recibe la mujer la convierte en agente de espacios de salud en la comunidad. Jesús le admite, le da permiso para incorporarse a su comunidad.

Soy yo Y no temo al Tú. Esta mujer se reconoció en sus capacidades, se “empoderó” y salió al encuentro de quien sabía que podía sanarla. Ella tomó la iniciativa en una autonomía
interdependiente con el Dios de la vida

Mujer Y ejemplaridad. Lejos de los estereotipos femeninos de debilidad, inconsciencia, irracionalidad, aparece con una gran lucidez, decidida, inteligente, fuerte…

Sencillez Y profundidad. Una historia que nos invita a ir más adentro de los datos y los hechos, a redefinir lo humano con nuevos parámetros. A afirmar el discipulado inclusivo en torno a la Mesa del Reino.

El debate estuvo animado y agradecimos a la Librería San Pablo, propiciar estos espacios de reflexión y conocimiento de las mujeres bíblicas.

La próxima sesión tendrá lugar el lunes 27 de mayo con el libro “La suegra de Pedro”, de Carmen
Soto Varela
Os esperamos