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miércoles, 12 de febrero de 2020

Jornada 1M en Zaragoza: Hasta que la igualdad sea costumbre.

Como quizás ya os habrá llegado, con motivo del 8M y la huelga feminista, algo se está moviendo en nuestra Iglesia, y diversos colectivos de mujeres cristianas queremos aprovechar para alzar la voz y poner en cuestión el papel que la jerarquía eclesiástica ha asignado a las mujeres en la Iglesia.

Para ello se ha acordado a nivel estatal realizar una acción el domingo 1M en todas las plazas principales de las distintas localidades,  para llamar la atención sobre este hecho y manifestar nuestra disconformidad.














En Zaragoza también tenemos nuestra propia convocatoria, y nuestro manifiesto.



Aquí os transcribimos el contenido del manifiesto, así como un enlace en el que lo podéis firmar y adheriros si así lo consideráis.


MANIFIESTO 1 DE MARZO. ZARAGOZA


Somos mujeres. Ana, Pilar, Isabel, Luisa, Lucía Carmen…. Mujeres de aquí. Mujeres de parroquias, organizaciones y movimientos eclesiales y congregaciones.

Somos mujeres creyentes que recogemos el testigo de la Buena Nueva que trajo Jesús

Somos mujeres creyentes y feministas, hijas de una larga tradición de lucha por la igualdad de varones y mujeres.

Somos mujeres creyentes, feministas y habitadas por el Espíritu que nos legitima y nos sostiene.

Y…somos muchas. Mujeres de aquí que nos entrelazamos con mujeres de las Iglesias de Europa y del mundo que también han dicho “¡Basta ya!” a la subordinación de la mujer en esta estructura eclesial como los movimientos “María 2.0” o “Voices of faith”, entre otros.

QUEREMOS una Iglesia:

  1. Que impulsada por el Espíritu se quite la capa de poder y se ciña el delantal para lavar y dejarse lavar los pies, si quiere tener algo con la Humanidad y la Creación.
  2. Formada por diferentes tipos de familias, identidades y orientaciones sexuales.
  3. Iglesia sinodal que reconoce la plena ministerialidad de las mujeres, con voz y voto y valoradas por nuestros talentos y carismas.
  4. Iglesia pobre; que lucha por la justicia social y no por la caridad o beneficencia. Como se recoge en las Escrituras “sin justicia no hay paz”.
  5. Iglesia que denuncia el sistema económico neoliberal, que mata y excluye a tantas personas.




Por todo ello, DENUNCIAMOS:

  • A una estructura eclesial injusta con las mujeres, heredera y mantenedora del patriarcado, al trasladar una imagen masculina de Dios.
  • Una organización que sigue escondiéndose ante los abusos sexuales que hay en ella.
  • Una jerarquía que nos invisibiliza, que nos trata y considera “menores de edad” y nos discrimina solo por nuestro sexo.
  • Su negación para hablar sobre “género” pero sí habla de las bondades del “genio de la mujer”.
  • Una jerarquía sorda ante los gritos de la Humanidad y se refugia en la tradición o costumbre.


Somos. Estamos. Y seguiremos estando…

HASTA QUE LA IGUALDAD SEA COSTUMBRE”




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